El Cabildo de la basílica papal de San Pedro es un colegio de sacerdotes nacido en la segunda mitad del s. XI con el fin de garantizar la atención litúrgico-sacramental de la basílica. Inicialmente estaba compuesto por un número variable de canónigos bajo la dirección del cardenal arcipreste de la basílica vaticana. Solamente en la segunda mitad del s. XIII se comenzó a definir mediante un estatuto el orgánico capitular que, a través de sucesivas ampliaciones, durante el siglo pasado llegó a contar con casi cien personas.
En los primeros siglos de su historia, el Cabildo de San Pedro fue un reflejo de la sociedad ciudadana; su suerte estaba ligada a la de algunas de las familias más influyentes de la ciudad de Roma, especialmente la de los Orsini. Sin embargo, desde la segunda mitad del s. XV se hizo poco a poco más significativa la presencia de forasteros entre los canónigos de San Pedro, de modo que el Cabildo fue una estructura cada vez más cosmopolita.
El prestigio otorgado a los canónigos de San Pedro por su función específica dentro del clero romano y por la especial sacralidad de la basílica vaticana, en la que estaban llamados a ejercer su ministerio, se reflejó en la generosidad que los Papas mostraron continuamente para con el Cabildo.
El papel de los canónigos iba más allá de la salmodia coral y las celebraciones eucarísticas cotidianas: en sus primeros siglos de vida, el Cabildo se ocupaba también del cuidado material de la Basílica. Sin embargo, desde el inicio de los trabajos de construcción de la basílica actual (1506), esta responsabilidad pasó gradualmente a la Fábrica de San Pedro. Por otro lado, más o menos al mismo tiempo, a medida que se intensificaba la urbanización en los alrededores de la basílica, los canónigos vieron crecer su misión de atención pastoral.
Otras importantes funciones institucionales del Cabildo de San Pedro, desde sus inicios, fueron la administración del patrimonio de la basílica y la custodia de los objetos eclesiásticos (hoy día, el Cabildo es el custodio del Tesoro de San Pedro, expuesto en el Museo de la basílica). Asimismo, la tarea de administrar el patrimonio de San Pedro implicó durante largo tiempo la responsabilidad del cuidado material y espiritual de una extensa red de iglesias filiales situadas en diversas regiones de Italia.
Además de sus deberes institucionales, los canónigos de San Pedro se han distinguido durante mucho tiempo por la promoción de cultos devocionales: por ejemplo, inspiraron el nacimiento y la actividad de la archicofradía del Santísimo Sacramento, y promovieron el culto de la Virgen María mediante la solemne coronación de imágenes marianas, primero solo en Roma, y luego también en otras regiones italianas y en el resto del mundo.
En el campo social, el Cabildo mantuvo a lo largo de los siglos un estrecho vínculo con la ciudad, por ejemplo, erogando cada año decenas de dotes nupciales a jóvenes necesitadas.
En la actualidad está teniendo lugar un proceso de revisión de los estatutos capitulares con el fin de renovar el perfil de esta institución milenaria y adaptarlo a las nuevas exigencias espirituales y devocionales de nuestros tiempos.
© Fabbrica di San Pietro