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La Cátedra de San Pedro

La “Cathedra Sancti Petri Apostoli” está considerada por la tradición como la silla episcopal de San Pedro. Se trata de un antiguo trono de madera -símbolo del primado y del magisterio del Papa- adornado con placas de marfil en las que están representados los trabajos de Hércules, y con frisos, también de marfil, de época carolingia (s. IX).

Para custodiarla, el arquitecto Gian Lorenzo Bernini realizó un grandioso monumento de bronce dorado que fue terminado en 1666, tras diez años de trabajos difíciles y costosos, sobre todo por lo que se refiere a la fusión de las estatuas y de los elementos de bronce, de 74 toneladas de peso. Sobre el trono que contiene la reliquia, dos ángeles sostienen las insignias papales: las llaves y la tiara. El conjunto alcanza una altura de 14,74 metros.

En el respaldo del trono figura un relieve de Cristo que confía a Pedro la guía de la Iglesia (“Pasce oves meas”, Jn 21, 15-17), mientras que a los lados pueden verse los bajorrelieves de la Entrega de las llaves (Mt 16, 18-19), a la derecha, y del Lavado de los pies (Jn 13, 5-11), a la izquierda.

Cuatro estatuas de los Doctores de la Iglesia griega y latina, de casi seis metros de altura, rodean el trono: delante, San Ambrosio (a la izquierda) y San Agustín (a la derecha); y en segundo plano, San Atanasio (a la izquierda) y San Juan Crisóstomo (a la derecha). En la base de mármol negro de Aquitania se ven dos escudos del Papa Alejandro VII (1665-1667), que encargó la obra a Bernini.

En la parte alta, la ventana central del ábside está cerrada por una vidriera con la paloma del Espíritu Santo que, colocada a unos 20 metros de altura en medio de una gloria de ángeles y querubines de estuco dorado, es inmediatamente visible para quien atraviesa la puerta de la basílica. Con ocasión de la solemne fiesta de la Cátedra de San Pedro, el 22 de febrero, el monumento se ilumina con más de cien velas.

© Fabbrica di San Pietro