La sacristía vaticana está unida a la basílica por dos deambulatorios: el primero está reservado al clero y conduce a la Capilla del Coro; el segundo permite el acceso directo a la basílica a través de una puerta que se abre en la Capilla Clementina, bajo el monumento sepulcral del Papa Pío VIII. En el pasillo que da al Largo Braschi existe otra entrada servida por una escalera de honor a dos rampas.
Adosado al majestuoso edificio de la sacristía vaticana se encuentra el Palacio della Canonica. La construcción de la Sacristía se remonta al pontificado de Pío VI (1775-1799). El proyecto fue confiado al arquitecto Carlo Marchionni (1702-1786); para su realización, se demolieron -en la zona en la que debía surgir el nuevo edificio, situada al sur de la basílica- la antigua sacristía ('Rotonda di Sant'Andrea' o 'di Santa Maria della Febbre'), algunas casas y la pequeña iglesia de Santo Stefano degli Ungari. La primera piedra de la nueva sacristía fue colocada por el Papa Pío VI el 22 de septiembre de 1776. La inauguración tuvo lugar ocho años más tarde, el 10 de junio de 1784.
En la sacristía vaticana se encuentra el Museo del Tesoro de la basílica de San Pedro.
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